viernes, 30 de septiembre de 2011

Hay quienes dicen que las mujeres, cuando son amigas, son insoportables, porque concuerdan siempre una con la otra y no se despegan. La vida nos presenta a millones de personas y cada una de ellas viene a cumplir un papel en nuestra vida. Todas ellas quedan en nuestra memoria, en nuestros hábitos, en nuestras fotos. Y aún así hay amigos que siempre están yendo y viniendo de nuestra vida.
Una de ellas es aquella a quien le contaste tus pequeños secretos sin importancia, la que te da consejos, tanto de cortes de pelo, como de comportamiento. Hay otra amiga que es la más sensible aunque de aspecto físico no lo aparenta, aquella que sabe todo sobre ti y que le gusta abrazar y darle mimitos. Otras quien compartes la cama en aquel momento menos esperado. A quien le cuentas absolutamente todo, y con quien sientes que eres entendida. Aquella que te presenta al chico de tu vida, que pasa contigo el momento más difícil de tu vida y la que te llama todo el día para hacerte sacar una sonrisa. Aquella que te abrazó en silencio y te sintió llorar. Aquella que te escucha cuando estás enamorada y pasas horas hablando del mismo tema. Y aquella que exige toda tu atención. Aquella que parece tu madre y vive para darte consejos. Aquella que te dio el consejo correcto, pero no la escuchaste. Aquella que es una buena compañía hasta cuando el plan es “no hacer nada”. Y aquella que simplemente es una hermana para ti.